En un lugar de Galicia tres niños acaban de quedar huerfanos de padre. Su vida va a cambiar, especialmente para uno de ellos.
En sus apenas cinco años de edad no es consciente de la dimensión de la pérdida que se ha producido en la familia. Hasta ahora su corta existencia y su mundo era la estación de trenes.
Sentía admiración por su padre, le gustaba despertar temprano y correr a la habitación, allí se quedaba observando como vestía aquel uniforme con aquella gorra que le daba autoridad. El jefe de estación debía controlar todo lo que pasaba en su territorio, es quien permite la salida de los trenes.
Corría de vuelta a su habitación y subido a una silla alcanzaba a ver como su padre dirigía aquellas máquinas. La casa donde vivían estaba dentro de aquel mundo fascinante.
El ruído de la máquina resuena sobre el camino de hierro, el vapor de las calderas tapa la vista de la ventana y solo alcanza a oír el silbato de locomotora, es hora de volver a la cama.
Un día todo cambió y el pequeño tuvo que despedirse de aquel mundo mágico. Por última vez se subió a la silla y con tristeza miró a través de la ventana, esta vez no vio la figura con uniforme que lo saludaba, solo el tren alejandose lentamente a lo largo del andén...
In memoriam Veda López Guinez
(Mi abuelo paterno fue jefe de estación, a él dedico este relato)
Beautiful story, Tania!
ResponderEliminarMy father-in-law was a train driver!
Have a blessed Advent!
Hugs!
Thanks, Ella.
EliminarI didn't meet my grandfather, he died very young... but he will always be in the memory of the family.
Happy Advent for you too!
Hello Tania!
ResponderEliminarBeautiful and a sad story at the same time.
Happy weekend!
Hello Marit!
EliminarIt's a part of family story.
Happy weekend!
Vemodig historie.
ResponderEliminarGod helg!
It happened like that...
EliminarGood weekend!
Beautiful photo.
ResponderEliminarThanks, but it's not mine, it's borrowed ;)
EliminarEs un relato tierno y triste a la vez. La figura paterna y materna es fundamental en la niñez. Conozco un caso, que contaban en mi familia y era como varios niños quedaron huérfanos de padre y madre. .el padre murió a la edad de 36 años, en unos tiempos en el que l pulmonía no tenía remedio. Por lo visto la pulmonía la ocasionó una pequeña excursión al campo y tenderse sobre la hierba húmdead. Su mujer, llena de tristeza, ante la muerte de su marido, muriió también a la edad de 38 años. Los niños quedaron al cuidado de unos tíos suyos , que no habían llegado a tener hijos propios.
ResponderEliminarEs muy buena la imagen que ilustra el escrito. Esas curvas entrecortadas, nos hacen ver un destino incierto en medio de una gran niebla.
Besos
Escribí este relato basado en las vivencias que mi padre recordaba, mi abuelo falleció cuando él tenía cinco añitos. Mi abuela fue una mujer valiente que sacó adelante tres hijos en aquellos tiempos difíciles. No conocí a mis abuelos paternos, este relato es mi homenaje para ellos.
EliminarNo tenía una foto mía de una estación de tren, encontré esta imagen que me pareció adecuada y expresiva.
Besos
Me tocas lo más profundo de mis pérdidas. Mi padre se fue joven, nos quedamos tres niños, la menor de cinco años. No había estación de trenes, había estudios de televisión.
ResponderEliminarGracias por este viaje a la nostalgia y a otros tiempos.
Cuando la figura paterna o materna desaparece tempranamente, la vida de los niños queda marcada para siempre. La nostalgia y los recuerdos permanecen en el corazón.
EliminarMe gusto tu relato Tania, en honor de to abuelo. Y el pequeno fue tu padre, creo?
ResponderEliminarFeliz fin de semana!
Gracias, Nadezda. Sí, el pequeño del relato era mi padre.
EliminarBuen domingo!
Que bonito relato Tania y cuantos recuerdos. Un besin enorme.
ResponderEliminarUma belíssima forma de homenagem! Também o meu avô paterno foi chefe de estação, aqui numa localidade em Portugal...
ResponderEliminarEstá incrível a imagem! Adorei o post! Beijinhos
Ana