Este verano extremadamente caluroso y sin lluvias desde hace meses, el roble, el árbol más abundante de Galicia, está sufriendo estrés hídrico. Es muy doloroso y triste ver como nuestros robustos y legendarios robles están dejando caer sus hojas mucho antes del otoño...
Mi pequeño bosque de abedules y robles está resistiendo y mantiene verdes sus frondosas copas, pero no sé hasta cuándo aguantarán sin las benditas lluvias... ¡Qué los dioses celtas nos las envien pronto!