El bosque se ha vestido de otoño. Las hojas secas abrigan el suelo y las setas hacen su aparición. Mamá ardilla sale a pasear con la pequeña ardillita. Para ella es su primer otoño en el bosque y pregunta:-¿Por qué están todas las hojas en el suelo?
-Los árboles ya no las necesitan-responde mamy- las dejan caer caer al suelo, nos ayudan a construir nuestros refugios para cuando llegue el frío invierno.
Siguen en su paseo por el bosque y la ardillita señalando una seta pregunta:
-Me gusta esta casita ¿de quién es?
-Son hongos, sirven de refugio y alimento para muchos otros habitantes del bosque.
Como la pequeña no paraba de hacer preguntas su mamá le contó la historia del bosque:
-Cuando nací yo los árboles todavía eran pequeños y mis padres construyeron nuestro refugio en el tronco más alto. Allí pasé mi primer invierno, antes, en otoño recogimos hojas secas para poder dormir calentitos. También llenamos la despensa con nueces y bellotas, la comida es imprecindible.
La pequeña interrumpió el relato de su madre:
-¡Ahora los árboles son muy grandes!
-Así es, por eso tendremos abundancia de bellotas, contestó.
-¿Y cuando empezamos a recogerlas?
-Pronto, en cuanto lleguen los primeros fríos recogeremos todas las que encontremos, el bosque se llenará de nieve subiremos a la casita estaremos a salvo y calentitas.
-¿Dónde? preguntó la pequeña.
-Ven, te lo mostraré.
Cruzaron el bosque y llegaron al árbol que había sido su vivienda, en lo alto del tronco estaba el hueco-madriguera. Mientras trepaban, mamá ardilla suspiró recordando su primer hogar. Allí sería de nuevo feliz con su pequeña.
(Foto, fuente: Google)