domingo, 18 de diciembre de 2022

Cuento de Navidad


 Papá Noel con su trineo y sus renos estaban en pleno trabajo para repartir regalos a todos los niños. Volaban por encima de mares, montañas y bosques hasta hacer llegar a sus destinos las ilusiones y la felicidad.

Esa noche había caído una intensa nevada en el bosque que rodeaba el pueblo al que tenían que llegar. Seguía cayendo una tormenta de nieve cuando sobrevolaban el bosque. El reno que  dirigía al resto de renos que tiraban del trineo estornudó:

-¡Achííís!

El trineo se desequilibró y comenzó a caer en picado. Aterrizaron en medio de la nieve provocando la rotura de una parte de la madera, con la consecuencia de que parte de la preciada carga de regalos quedó esparcida sobre la nieve...

-¡Oh!-exclamaron los renos -no podremos seguir repartiendo desde los tejados.

Se quedaron muy tristes, su preocupación no era pasar la noche en el bosque, estaban acostumbrados al frío, venían de su hogar en el Polo Norte.

-No os preocupeis, queridos renos -les dijo Papá Noel -mañana proseguiremos nuestro trabajo.

Pasaron la noche cobijados al lado del trineo tapados bajo los numerosos paquetes que transportaban. Cuando amaneció ya no estaba la tormenta y salia el sol iluminando el hermoso bosque nevado. Los renos se pusieron en pie y se sacudieron con movimientos rápidos toda la nieve que les había caído sobre sus lomos durante la noche. Papá Noel estaba perfectamente con su gorro y su ropa de abrigo invernal.

Vieron como detrás de los árboles álguien estaba mirando y escondiendose al tiempo.

-¡Quienes sois! -gritó Papá Noel -¡Venid! somos nosotros, los que llevamos regalos a los niños.

Detrás de los árboles salieron cinco gnomos del bosque, se acercaron y les preguntaron:

-¿Qué os ha pasado?

-Estornudé y nos caímos -respondió el reno-guia.

-No os preocupeis -dijo el gnomo que parecia mayor que sus hermanos -os ayudaremos a reparar el trineo.

Así fue, empezaron a traer maderas para el arreglo, ellos sabían donde estaban los troncos apropiados. Conocían a fondo el bosque, no en vano, vivian allí. Entre todos arreglaron los desperfectos del trineo, porque si no dificilmente podría contener los numerosos paquetes que transportaba. Una vez reparado colocaron todos los regalos en su lugar correspondiente segun fuera su destinatario.

Papá Noel y los renos se despidieron de los gnomos del bosque:

-Muchas gracias, sin vuestra ayuda no lo habríamos logrado.

-No hace falta que deis las gracias -respondieron -os mereceis nuestra ayuda porque vuestro trabajo es imprescindible y todos los niños os están esperando. 

El trineo emprendió el vuelo de nuevo y los gnomos se despidieron alzando sus manos mientras lo veían surcar el cielo, contentos de haber contribuido a que todos los niños recibieran sus regalos a tiempo. Felices, se volvieron al bosque para seguir cuidando de él, ese también es un buen regalo para todos los niños del futuro, pensaron.