martes, 26 de abril de 2016

La explosión de la naturaleza

De nuevo la primavera se abre paso, con su explosión de colores, olores y vida.
La naturaleza se viste de verde e inunda todo de aromas y vivos colores. Las semillas rompen su envoltorio, saliendo los primeros brotes del año. Las plantas inician su tiempo de floración, con sus aromas frescos y colores diversos. Los pájaros construyen los nidos y dan vida a sus polluelos.
Es en esta época cuando de forma evidente, se manifiestan los procesos de nacimiento, crecimiento y renovación.
Dejamos atrás el largo letargo invernal, el sol lo llena todo de vida y la naturaleza estalla en todo su esplendor.
 Colores bellos e intensos, que nos regala la naturaleza.

 Los pájaros haciendo acopio de alimento para la nueva prole.
Las mariposas con su metamorfosis nos indican que los cambios ya han llegado

 Los colores, los olores, lo inundan todo...

 El verde también predomina en las orillas de los ríos.

miércoles, 20 de abril de 2016

Cambiando el bonsái

Le toca el cambio de maceta a mi bonsái, un abeto de Douglas  (Pseudotsuga) Lo tengo desde hace diecinueve años, era una semilla, y ahora es un hermoso bonsái. Os muestro el paso a paso: 

 La maceta ya le queda pequeña a mi abeto.

Tenemos preparadas las herramientas y los distintos tipos de tierra, sustrato especial para bonsáis, arcilla y grava.
 Ponemos rejillas en los agujeros de drenaje y las sujetamos con alambre.
 Por los mismos agujeros pasamos un alambre para luego sujetar el cepellón. 
 Cubrimos el fondo con grava, que evitará encharcamientos. Ponemos un montón de sustrato donde asentará el bonsái. 
 Con un rastrillo de jardinería aflojamos la tierra de la antigua maceta.

 Con cuidado extraemos el cepellón, nunca tirando del tronco.
 Eliminamos la tierra vieja ayudándonos de un palillo de madera (vale uno de la comida japonesa) Cortamos las raíces viejas y las largas. He remojado el cepellón para eliminar la tierra adherida.


 Sujetamos el cepellón con los alambres, así evitamos movimientos.
 Completamos con el sustrato y removemos con ayuda del palillo, para introducir la tierra en las raíces y evitar bolsas de aire. Asentamos con las manos y regamos.
 Yo he optado por añadir una cubierta de musgos, cumplen la función de ayudar a retener la humedad y me gusta el efecto que dan. Durante unos días tendremos el bonsái en un lugar sombreado. Otro día os hablaré de la poda, pero habrá que esperar unas semanas, no es conveniente podar al trasplantar.

viernes, 15 de abril de 2016

Coccinellidae

Coccinellidae es el nombre científico de la popular mariquita, vaquita de San Antonio, xoaniña... y otros nombres según el país.
Este insecto es muy beneficioso en la huerta y el jardín. De hecho su nombre proviene de una época de la Edad Media, cuando la gente pensaba que eran enviados como un regalo de la Virgen María para ayudar con el control de plagas.
La mariquita siempre tratará de acoplarse lo más cercano posible a una colonia de pulgones, son su principal alimento y se comen muchos al día. Los huevos son de alrededor de un milímetro y serán desde unos pocos hasta cientos, depende de las condiciones. De estos, algunos son infértiles, que servirán de sustento para los que sobreviven. La eclosión tiene lugar después de tres a cinco días de la puesta, bastante rápido. El proceso de huevo a adulto es de más o menos veinticinco días.
Pasa por cuatro estadios larvarios,cada uno de ellos es un proceso de metamorfosis, cuando la larva ha crecido se adhiere al tallo de una planta y se convierte en pupa, durante esta etapa es más vulnerable a los depredadores. Cuando eclosiona es suave, y su exoesqueleto debe endurecerse, está formado por quitina, una proteína parecida a la que forma las uñas. Durante las primeras veinticuatro horas la  mariquita no tiene sus característicos puntos. Luego se convierten en las preciosas mariquitas rojas con puntos negros (con alguna variedad que va del rojo al amarillo) Debajo de su coraza de puntitos, están sus alas, despliega el escudo protector y se va volando.
Las mariquitas tienen un truco cuando algún depredador las acecha,  se hacen las muertas, se ponen patas arriba y  excretan una pequeña cantidad de su sangre, que es amarilla y huele fatal a sus depredadores.     
 La bella mariquita, aliada de nuestros huertos.
 Siempre se aparean cerca de una buena provisión de pulgones.
 Durante su fase larvaria devoran pulgones, pero también cochinillas, ácaros...
 Parecen pequeños monstruitos, pero en la metamorfosis se convierten en bellas y benéficas damas con sus vestidos de fiesta.