Algunos montes de Galicia han cambiado su fisonomía debido a la instalación de parques eólicos. Los aerogeneradores transforman la energía del viento en electricidad. Los gallegos ya nos hemos habituado a la presencia de estos gigantescos "molinos de viento" que recuerdan a los que se enfrentó Don Quijote ( salvando las distancias ) Las vacas y caballos que pastan en los montes, parece que ya se han acostumbrado también. Todavía se están haciendo estudios sobre el impacto en aves y murciélagos. Durante nuestras visitas en coche a la Sierra del Suído solemos ver numerosas aves rapaces, allí habitan halcones, águilas ratoneras, culebreras, azores, búho real, incluso se ha avistado el águila real. Espero que estas aves maravillosas acaben adaptándose a los nuevos " intrusos " y no se sientan molestas en su hábitat y modo de vida
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