En una de estas tardes de agosto, con un calor sofocante, es muy reconfortante y refrescante, acercarse al río, que pasa a unos metros de casa. Observar sus aguas limpias y los numerosos animales que juguetean en su orilla ( ellos son listos, buscan el fresquito ) nos hace sentirnos mejor, y casi nos olvidamos del calor extremo, que estamos teniendo este verano. Viendo la escasez de agua que lleva su curso, somos conscientes del daño que provoca, el que no haya llovido apenas nada, en tres meses. También las fuentes y los pozos, sufren la falta de lluvias. Las huertas necesitan mucho riego ( los jardines ya quedan en segundo plano ) además, los pastos de la gente que tiene ganado, están mermando la cosecha ( si es que queda algo para cosechar ) Por eso estamos esperando con impaciencia, que caigan las primeras lluvias. Ojalá estas fotos tan refrescantes, sirvan para atraerlas !!
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