Caminar descalzo sobre la hierba, es reconectarse con la madre tierra. El contacto con la hierba, genera una sensación de bienestar y relajación, además de mejorar la circulación. Con la llegada de la civilización, las personas dejaron de andar descalzas y solo lo hacemos en ocasiones especiales. Es necesario acercarnos cada vez más a la naturaleza, para sentirnos felices y relajados. Durante millones de años caminamos descalzos sobre la tierra. Nuestra piel estaba en contacto directo con la naturaleza.
Nuestros antepasados de Neolítico, caminaban descalzos, cazaban descalzos... y grababan escenas de caza en las rocas. En Galicia tenemos numerosos petroglífos, que dan testimonio de como vivían nuestros ancestros
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