El espíritu del bosque

Al adentrarnos en un bosque escuchamos claramente sus sonidos, sus habitantes trinan, croan, graznan...
El viento mueve las ramas, a nuestro paso cruje la hojarasca...
Pero el alma del bosque, su espíritu, es imperceptible a nuestros oídos. Los árboles susurran, se comunican entre ellos.
Hay estudios que están demostrando la comunicación vegetal.
Algunas teorías se inclinan por la comunicación a nivel de las copas. Otros estudios llevados a cabo por la canadiense Suzanne Simard profesora de ecología forestal,  parecen confirmar que es a través de sus raíces, con ayuda de las micorrizas de los hongos. Parece que la simbiosis que se establece entre las raíces de los árboles y las micorrizas ayudaría a estos para establecer una vía de comunicación subterránea. Sería en forma de ayuda a los más débiles, aportándoles los nutrientes necesarios. Hay científicos que afirman, que en algunas especies, los ejemplares más viejos, llamados árboles "madre" podrían ayudar y trasladar carbono y nutrientes a sus miembros más jóvenes de la misma especie.
 Espero que estos estudios ayuden a frenar la tala masiva de muchos bosques y a concienciarnos de lo esenciales que son en nuestro planeta.

 Los bosques, cuanto debemos aprender de ellos...

 Árboles transmisores de sabiduría y conocimientos.

 Cicatrices que no impiden su crecimiento. Son los "abuelos" con las heridas de la vida...

 Las raíces parecen ser su vía de comunicación, tejiendo una red subterránea.

 Raíces de sabiduría.

 Los líquenes que los cubren indican que el aire está sin contaminación.