Tarde de primavera

Las tardes primaverales invitan a relajarse en el jardín. Los días son más largos y el sol luce en todo su esplendor.
Es un placer tumbarme en la hamaca y escuchar el dulce trinar de los pájaros, mientras admiro la belleza rebosante de las flores. El olor del Jazmín y la Glicinia  empiezan a ejercer el efecto somnífero... cierro los ojos y me quedo adormilada... solo un rato! Mis gamberros se encargan de despertarme reclamando atención. Son un torbellino de energía, cada uno de ellos tiene un carácter diferente. Todos son de la misma camada y han recibido por igual el cariño y la educación, sin embargo al igual que los humanos, cada uno de ellos tiene su particular personalidad. 
Mis tardes primaverales en medio de la naturaleza y rodeada de mis gamberros,  es lo más cercano a la felicidad que conozco. 

 La primavera empieza su apogeo.

 Descansar bajo esta cúpula de robles es un privilegio.

 La Glicinia desprende un aroma embriagador. 

 Mi guadaespaldas personal, Turrón velando mi sueño...

 Turrón es una perra especialmente unida a mí.

 Mali, la mamá de todos ellos, vigilando a su prole.

 Forest, el perro más tranquilo y bueno que nadie pueda tener.

 Kira la más traviesa. En las fotos falta Draco, no quiso posar, otra vez será...