martes, 29 de diciembre de 2015

Gatitas pandilleras

Unas gatitas habitaban una casa y  sus alrededores, bodega, gallinero, leñera e invernadero. Eran unas gatitas que, salvo alguna que había nacido en sus posesiones, todas ellas fueron recogidas por los humanos que vivían en la casa. Estos, les servían puntualmente la comida, cuidaban que las pulgas, esos seres infectos e incordiantes, no las molestaran, colocándoles las pipetas, en cuanto ellas mostraran con su rascado el más mínimo síntoma de los molestos insectos. Estas amorosas gatitas ( todo hay que decirlo ) se mostraban unas vulgares mininas pandilleras, en cuanto algún gatito forastero osaba venir a disfrutar de vida tan cómoda y placentera. La mayor de todas, llamada Blaky por su color negro como la noche. Era la que comandaba las acciones disuasorias de los que trataban de invadir su territorio. Ella ordenaba:
- Tú, Princesa - le dijo a la más bonita y fiel seguidora de su capitana.
- Te vas a apostar al lado del portal de la entrada, y no dejaras entrar a nadie por ese flanco -
- Tú, Lilú - una hermosa gatita bicolor.
- Te encargaras del balcón, por allí nadie pasará -
- Malú, tú reforzaras la entrada por la finca de al lado - le ordenó a una preciosa gatita de tres colores.
- Las demás - siguió diciendo - cubrirán el resto de posibles entradas - dirigiéndose a otras dos gatitas, más bonachonas y menos guerreras.
Los humanos habían recogido a otra gatita callejera y desnutrida. Mientras estuvo encerrada y recuperándose, todo fue bien. Pero en cuanto intentó integrarse en el grupo, bajo ningún concepto se lo permitieron.
- ! Ya te puedes ir por donde has venido ! - Le gritaron.
- ! No admitimos a ningún otro habitante de nuestra misma especie ! -
Desde entonces Tina, linda gatita atigrada, solo viene a veces a comer y se vuelve a ir. 
Los humanos tratan de que las pandilleras la acepten, pero no es posible, al menos de momento. La solidaridad y empatía no está en el código de conducta de las, por otra parte adorables gatitas, que habitan en su particular paraíso.
      
Continuará . . .

No hay comentarios:

Publicar un comentario