Al pequeño Fabio le gusta pasear por el bosque cercano a su casa. Todos los secretos y la magia que esconde, los animales que permanecen ocultos salen de sus refugios en cuanto comprueban que es el niño el que los visita, confian en él y saben que siempre los ayudará si están en dificultades.
Un día que paseaba escuchó un sollozo muy leve, se acercó con mucho cuidado y al apartar unas ramas vio un pequeño gnomo que lloraba entristecido. Fabio le preguntó:
-Qué te pasa por qué lloras?
El duendecillo se sobresaltó pero en seguida se tranquilizó al ver que era Fabio, le había visto muchas veces durante sus visitas al bosque y sabía que era un niño muy bueno que cuidaba mucho de todos los habitantes del bosque. El duende le contestó:
-Estoy triste, muy triste.
-Cuéntame que te pasa- insistio Fabio- a lo mejor puedo ayudarte.
-Tenía mi casa en un túnel bajo este árbol, esta noche el viento lo ha arrancado y mi hogar se ha destruído.
-Oh! qué pena- le consoló Fabio mientras observaba el destrozo.
-Sí, había trabajado mucho para construirlo, estaba muy protegido y calentito- continuó relatando el gnomo a la vez que se secaba las lágrimas.
-No te preocupes, yo te ayudaré a volver a construir tu casita.
El duende se puso muy contento y juntos se pusieron manos a la obra. Aprovechando la forma de seta que se había formado en el tronco del árbol caído, colocaron unas piedras como base de la futura casa. A continuación pidieron ayuda a los animalitos del bosque, así, el erizo les indicó donde encontrar unos buenos troncos para formar la casita. La ardilla los llevó hasta unas sabrosas castañas para alimentarse y el corzo les trajo unas ramas para camuflar los troncos y terminar el nuevo hogar.
Todos se pusieron afanosamente a trabajar y avanzada la tarde ya habían terminado. El duende estaba feliz y agradecido, los invitó a merendar con las castañas que generosamente doña ardilla le regalara.
Fabio regresó a su casa muy contento y se despidió de sus amigos del bosque. Si todos nos ayudamos cuando alguién está en dificultades, todo tiene un final feliz.
Have a nice weekend.
ResponderEliminarHappy weekend to you too.
EliminarHi Tania,
ResponderEliminarLovely story. Yes, help is needed and necessary.
Happy weekend!
Hugs!
Hi Marit.
EliminarYes, in my stories there are always good actions. They are for my grandson :)
Have a nice weekend!
Hugs!
Yes, that is true :)
ResponderEliminarThank you.
EliminarI love reading your tales, Tania. I think your grandson loves them too.
ResponderEliminarHugs!
He is very small, but will not take long read them.
EliminarHugs!
Así es, siempre debemos ayudarnos entre todos.
ResponderEliminarLas ayudas siempre se agradecen, especialmente si son entre niños y duendes :)
EliminarAsí tendría que ser querida Tania, todo sería mejor. Tu foto y tu historia me encantaron, precioso. Besinos y que tengas un feliz otoño.
ResponderEliminarBonita historia Tania, se me pasaron varias entradas que no vi. Besos.
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