Los humanos que allí vivían estaban encantados, pues de este modo, se libraban de los molestos mosquitos. No tenían ningún tipo de miedo o prejuicio, con esa leyenda que asocia murciélagos y vampiros.
Dos murciélagos hembra, una jovencita y otra mayor, tenían una conversación el alero de la casa:
Ela, la joven, preguntó:
- ¿ Cuándo sabremos que es el momento de dormirnos por largo tiempo? es la primera vez que hiberno.
Murci, la mayor, contestó.
- Lo sabremos en cuanto llegue el frío invierno.
Ela siguió preguntando.
- ¿ Y tú crees que no nos moriremos de frío dentro?
- !Qué va! nuestro organismo puede bajar hasta -5º mientras estamos dormidos.! Muchos creen que estamos congelados! no te preocupes.
- !Vaya! - siguió Ela - ¿ Y durante todo ese tiempo, no despertamos nunca?
- Si - continuó Murci - un par de veces, volvemos a activar nuestra temperatura, y eliminamos el pis, para no intoxicarnos. Pero solo un ratito, enseguida nos volvemos a dormir.
- ¿ Y cuándo nacen nuestros pequeños? si estamos dormidas-preguntó intrigada, Ela.
- !Ah! no te lo han dicho?- Habló Murci, desde su experiencia.
- Nuestros hijos están dentro, pero no se forman hasta que pasa la hibernación, digamos que están "congelados".
- !Caramba! no lo sabía.
- Pues sí- siguió diciendo Murci - Luego se activan, se forman y nacen. Tienes que estar preparada y en buena forma.
- ¿ Por qué? - preguntó Ela.
- Pues, por si nacen cuando estamos colgadas boca abajo, ya sabes que dormimos así, tienes que sujetar fuerte a tu pequeño con las alas para que no se caiga.
- Lo tendré en cuenta - dijo agradecida Ela.
- Luego - siguió aleccionando Murci, contenta de la atención que le prestaba la joven Ela.
- Luego, te decía, tienes que alimentar con tu leche a tú pequeño, y transportarlo durante un tiempo en tu espalda.
- Si, eso lo sé, he visto como vuelan las mamás con su
-Claro, y tienes que enseñarlo a volar y cazar. Pero eso ya lo irás aprendiendo.
- !Muchas gracias por tus consejos!
- ! No hay de qué! Y ahora vamos a capturar el mayor número de mosquitos. Yo te enseñaré a usar nuestro "sónar" ya veras cuantos comemos.
- Así los dueños de nuestro refugio, estarán contentos con nosotros, por librarlos de esos molestos insectos - dijo Ela.
-Claro que están contentos, además ellos saben que también somos polinizadóres. A pesar de que todo el mérito se lo lleven abejas y pájaros - Concluyó Murci.
Y juntas, esperaron que anocheciera, para empezar su periodo de caza. Y así, aprovisionarse del mayor número de insectos, preparándose para el invierno
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