Son difíciles de ver, pues están en peligro de extinción. Es fascinante verlos en pleno vuelo, hacen un ruido característico, alcanzan hasta velocidades de 6 km/h .
Los machos disputan por la hembra, librando combates que pueden ocasionar la muerte de uno de ellos.
Las hembras ponen los huevos en los huecos de cortezas de árboles muertos (preferentemente robles) sobre unos 20 huevos que eclosionan sobre las dos semanas. Las larvas pasan de uno a cinco años alimentándose de madera en descomposición, tienen un apetito voraz. Los adultos se alimentan succionando la savia de los árboles. Su vida tras la metamorfosis es mucho más corta que la de larva, solo de quince días a un mes.
Es una especie en peligro, pues es muy apreciado, sobre todo en Japón donde se llegan a pagar precios muy elevados.
En nuestra finca solemos dejar la madera en proceso de descomposición sin retirarla, es nuestra manera de contribuir a la protección de este interesante insecto.
Se aprecian las poderosas mandíbulas, que utilizan en sus peleas.
Debemos ser respetuosos al encontrarnos un Ciervo volador, son muy vulnerables y pierden el equilibrio con facilidad.
No soy la autora de la foto de abajo, donde se ve el apareamiento. La tomé de: hectorfotospajaros.blogspot.com
Hembra de Lucanus.
Macho de Lucanus.
Preciosas fotos Tania!
ResponderEliminarme podrías decir si están tomadas en Extremadura?
Gracias
Luismi