Kiu es un búho que vive en el bosque que rodea la casa de Fabio.
Pasa el invierno en el hueco de un viejo roble. Los días soleados se queda disfrutando de los rayos solares a la puerta de su vivienda muy quieto y pensativo. La nieve cubre el bosque y su vecina la ardilla Illa pasa saltando sobre la nieve, ve a Kiu y le saluda:
-¡Buenos días, vecino! ¿No vienes a disfrutar de la nieve?
Kiu responde:
-No me gusta la nieve, prefiero quedarme aquí arriba.
-¡A mí me encanta!- responde Illa- Y se va saltando feliz.
Kiu se queda pensativo, la nieve no es lo suyo, le impide cazar con precisión. Esperará a que se diluya el manto blanco.
Llega la primavera y la vida se vuelve a activar en el bosque. El búho comienza a cortejar a su futura pareja, ella no vive lejos, a pocos metros en otro pequeño bosque. Dentro de poco tiempo se ocupará de incubar a sus pequeños y él se encargará de alimentarla con insectos y roedores que serán el alimento necesario a partir de ahora.
Illa pasa bajo el roble y al no verlo lo llama a voz en grito:
-¡Kiu, Kiu! ¿Dónde estás?- En ese momento llega el búho con un ratón en sus garras, entra en el hueco, sale al instante enfurruñado y dice:
-Haz el favor de bajar la voz- dice en un susurro- Kay (así se llama su pareja) necesita tranquilidad, los polluelos están a poco de nacer.
-Oh, lo siento, no sabía que tus pequeños estaban a punto de llegar.
-No te preocupes, pero a partir de ahora, no armes tanto alboroto.
-De acuerdo- responde- no molestaré.
De camino a casa, piensa, si Kiu caza y lleva ratones a sus retoños ¿correrá peligro ella misma? es de esperar que su zona de caza esté lejos del vecindario. Vuelve sobre sus pasos, llega a la casa de sus vecinos y llama de nuevo, esta vez más suave:
-¡Kiu!- El búo se asoma y pregunta -¿Qué ocurre?
-Quiero asegurarme de que si un día escasea tu alimento, me respetarás a mí y a mis futuros pequeños.
Kiu responde con una carcajada:
-¡Por supuesto! Puedes estar tranquila, soy un vecino respetuoso. Además- continúa- las ardillas no son nada apetitosas.
-Muchas gracias, vecino.
Illa se va saltando de rama en rama, mucho más tranquila y feliz.
Hi Tania,
ResponderEliminarBeautiful photos of the Owl!
Hugs!
Hi Marit!
EliminarThank you.
Have a nice weekend!
Hugs!
Great story Tania!
ResponderEliminarThe owls are always very wise, right?
Nice picture!
Hugs!
Thank you so much, Ella!
EliminarYes, owls have a lot of wisdom (especially those that live in a forest near a child's house)
Hugs!
Lovely photo!
ResponderEliminarThank you.
EliminarMe gusta tu cuento Tania. Ha ha 'las ardillas no son nada apetitosas'.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Gracias, Nadezda. Las ardillas y los búhos son buenos vecinos, al menos en mi cuento :-)
EliminarFeliz fin de semana también para ti.
Hi, Tania!
ResponderEliminarWhat a beauty, Kiu!
I like the story very much! ❤️
Have a nice weekend!
Hi Diana!
EliminarThank you so much.
Happy weekend!
Precioso cuento. Se ve que ama la Naturaleza y a los animales.
ResponderEliminarLe tengo bastante simpatía tanto al búho como a las ardilla. Búos he fotografiado , pero las ardillas se me resisten.
Besos
Gracias. El objetivo final de mis cuentos es inculcar el amor por la naturaleza en mi nieto, y por supuesto en cualquier niño que pueda leerlos o se los lean.
ResponderEliminarMe gustan los búhos, que abundan en Galicia, las ardillas son encantadoras pero han desaparecido de nuestros bosques.
Besos
Tânia, gostei muito do teu conto. A mim me encantam os bosques.
ResponderEliminarBeijinhos
La frase de "las ardillas no son apetitosas" es un alivio para la ardilla, aunque en otras situaciones no suena muy halagadora.
ResponderEliminar:D
What a sweet story :-)
ResponderEliminarQue suerte tener de vecino a un mochuelo, envidia me da. Me ha gustado mucho el relato y la foto, enhorabuena Tania. Saludos desde Cantabria.
ResponderEliminarMuy lindo el relato. Besos.
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